Se celebró un acto institucional en el paraninfo el sábado. Fue emocionante volver a subir las escaleras, pasar por la puerta donde está la inscripción de Franco, entrar por la puerta, bajar escaleras por el interior, volver a tocar aquellos sillones (eran los mismos, sin duda), ver el telón del escenario (nunca lo había vuelto a recordar hasta el momento en que lo volví a ver pero si lo hubiesen cambiado creo que algo hubiese echado en falta), el olor era el mismo, en fin nos bajamos al escenario y desde allí tomamos algunas fotos. Algún intrépido se subió al gallinero por los cuchillos. Esto prometo hacerlo la próxima vez. Acabamos dsicutiendo acerca de la posición exacta donde nos tocaba sentarnos a los cormoranes pero lo cierto es que la memoria nos empezó a fallar por todos los sitios. Bueno lo cierto es que fue uno de los momentos más emotivos del encuentro.
Mando una donde me atreví a bajar al entramado de hormigón que había detrás del oratorio. ¿Os acordáis de los ratos muertos que pasábamos allí echando algún que otro pitillo iniciático?